jueves, 12 de junio de 2014

CREYENDO EN TRUJILLO: LA MIRADA DE UN EMPRENDEDOR HACIA LA RESPONSABILIDAD SOCIAL.



INTRODUCCIÓN…..Muchas gracias por la invitación a participar en este importante evento que con el nombre de SEMINARIO INTERNACIONAL DE DESARROLLO HUMANO SUSTENTABLE UNA MIRADA DESDE LA RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL, ha organizado ACOINVA y un selecto grupo de instituciones y empresas.  Encuentro apropiado y lugar propicio en Valera para la presentación del libro CREYENDO EN TRUJILLO, que escribí con una profunda devoción de amor por la familia Faccin Caon, en el que se proyecta esta empresa familiar que al decir del geógrafo Francisco González Cruz, prologuista: “El presente libro recoge, (……) la historia de esta ‘empresa consciente’ fundada por Roberto y Gabriella, y proyectada a la vanguardia por sus hijos Sandra, Fernando, Roberto Enrique, Ana María y Ricardo (…). La historia bien contada de una empresa familiar y de las circunstancias que la rodean, en un enfoque que recrea el esfuerzo personal de sus protagonistas, el entorno que vivieron, las fortalezas que tuvieron y los obstáculos que salvaron”.  El libro fue una aventura y un descubrimiento para mí.  Sinceramente una aventura que me enseñó muchas cosas, que, ajustándolas al objetivo esencial de este Seminario me hizo ser emprendedor por la constancia y hasta por la audacia de adentrarme en una empresa de escritura dentro de una temática prácticamente desconocida, más aún, cuando al principio ellos me mostraron dos inmensos y hermosos libros, uno de la empresa Vincler y otro de Excelsior Gama, y me dijeron, que sea como estos, pero que no se parezca en nada a estos…… Imagínense el atrevimiento…..Pero, bueno.  ¿No tenía yo el aliciente mismo del señor Roberto Faccin? y ¿No comenzó a revolotear en mí el tremendo ejemplo útil, de este ciudadano que prácticamente de la nada edificó un todo maravilloso?....Ser emprendedor es eso, como lo vamos a ver en una metáfora que se me ha ocurrido idear para darle una explicación al concepto.

LA METÁFORA DEL EMPRENDEDOR… Hace poco me llamó la atención la palabra emprendedor, por ser tan de actualidad y estar haciéndose tan nombrada en nuestra realidad regional. Debe ser por impulso de lo empresarial o por el dinamismo de la misma Universidad.  Pero se escucha mucho y hasta se ha hecho familiar a muchos, generalizándose pues, y eso me parece propicio y esperanzador. Ocurre que como el lenguaje da para todo y es el origen de todo, al fin y al cabo emprendedor es una palabra.  Y  comencé a descomponerla, desde su propia base prend/lexema del verbo prender. Y, ¿qué es prender?, me dije. Y entonces imaginé delante la llama, no de la cocina de gas, porque en este caso es mágica la acción, o lo que es lo mismo, encender la hornilla de la cocina de gas no es ser emprendedor, por ser una acción muy fácil de realizar. En mi caso, estaba viendo era el hueco de la chimenea, y la preparación con la leña y los carbones, y los fósforos, y el kerosen, y el pedacito de papel, y hasta un ventilador, necesarios para “prender” la candela y hacer las brasas. Y ahí, no sé por qué, pero con certidumbre encontré un apropiado concepto de lo que es ser emprendedor. El “prendedor del fuego” en la chimenea es un emprendedor, ese si en verdad es un emprendedor. Y así aparece la metáfora, vale decir, la comparación.  Porque veamos el proceso, que no es nada gratuito, requiere una organización previa y unos componentes iniciales, como una maquinaria sistémica que se va organizando para que haya efectividad, un conjunto de dificultades que van apareciendo y que uno tiene que enfrentar para seguir adelante, el cuidado que se debe tener para que no se apague el fuego, el combustible que se va inyectando periódicamente para alimentarlo y hacerlo grande y provechoso, el aire que hay que insuflarle, la fatiga a veces y las desilusiones cuando amaina a veces hasta la extinción, si uno no se avispa y está ojo avizor.  Todo un proceso muy cuidadoso para obtener las brasas que nos permitan el éxito del asado.  Y todo ese proceso creo yo es el de un emprendedor………Porque la palabrita no es fácil si la descomponemos, porque como les digo tiene una base verbal: PREND/ y lo primero que usted obtiene es PRENDEDOR.  Y, ¿qué es prendedor? el que prende.  Caramba, hace cincuenta años el joven soñador y arrojado Roberto Faccin, prendió timoratamente una débil llamita en esta ciudad de Valera, y la sopló y la sopló y la sopló, y estuvo todo el tiempo pendiente de ella y no la descuidó un solo momento, y ¿qué logró al final?: Todo lo que está en el interior de este libro: una inmensa obra, una emprendencia total y un gran servicio social; un bastión portentoso de responsabilidad social. Todo eso es la empresa SUCASA. Aquí también éticamente presente en este Seminario como una lección a estudiar.  Y hay más, seguimos analizando el término, y vemos que prendedor es el que puede prender, asir, agarrar, sujetar una cosa…arraigar la planta en la tierra, empezar a ejecutar una cualidad.  Pero, prender es el comienzo, y no todo comienzo tiene un final feliz. Para los que no son emprendedores sino simplemente prendedores, la historia de SUCASA no les sirve para nada.  Porque resulta que, ustedes pueden ver muy bien el agregado, la palabra prendedor para que sea efectiva necesita el prefijo EM y es cuando aparece EMPRENDEDOR, que es el que prende y comienza a tener sumo cuidado de lo que prende, el que alimenta la llama y la va haciendo crecer con esfuerzo, con sacrificio, con una gran visión y una esperanza.  Por eso, las empresas e instituciones bien creadas y forjadas para la permanencia hacen su respectiva MISIÓN  y VISIÓN, es decir, son prospectivas.  Por eso no es lo mismo tener visión futurista, que es como usualmente decimos, que tener visión PROSPECTIVA; el futurista no es emprendedor, el prospectivo sí lo es…El Diccionario, que es el gran amigo del hombre, mucho más que el perro, nos dice que emprendedor es el que asume con resolución acciones dificultosas y azarosas; comenzar y saber mantener una obra, un negocio, un empeño.  Dícese de los que encierran dificultad o peligro; es tomar un camino con resolución de llegar a un punto…Cuando leía esto en el Diccionario, se me transfiguraba el ejemplo del señor Roberto Faccin.  Si yo hubiese escrito el Diccionario, hubiese dicho al final del concepto, Ejemplo: Roberto Faccin, porque asumió con resolución siempre, y ahora él y su grupo familiar lo están haciendo igual.  Hace pocos días, Ricardo, en una buena exposición en este mismo lugar universitario dijo que tienen proyectos para la ciudad de Valera, norte y sur; Motatán, Boconó, Timotes y el centro de la República…Ah, cómo está creciendo ese mapa.

      SUCASA es una verdadera empresa.  Y vuelvo al Diccionario, mi gran consultor gratuito, hasta eso es, nos aclara conceptos y dudas y no cobra nada.  El Diccionario dice, que empresa, (partamos la palabra em/presa), la voz presa con sus muchas acepciones entre ellas las que nos corresponde decir: acción de prender o tomar una cosa y el prefijo em, echarla adelante, empujarla.  Pero también dice, ya como la palabra empresa, que es una acción ardua y dificultosa que laboriosamente se comienza; es el intento o designio de hacer una cosa, casa o sociedad mercantil o industrial fundada para emprender  (miren:emprender) o llevar a cabo construcciones, negocios o proyectos de importancia.  Aquí me parece ver nuevamente ejemplarizado al señor Roberto Faccin, porque realmente esto es lo que ha hecho en su vida de emprendedor.  Pero, igualmente asienta el Diccionario lo siguiente: Obra o designio llevado a efecto en especial cuando en él intervienen varias personas…entidad integrada por el capital y el trabajo, como factores de la producción y dedicada a actividades industriales, mercantiles o de prestación de servicios con fines lucrativos y con la consiguiente responsabilidad.  Aquí, en esta parte del concepto, ya ingresan al Diccionario los familiares y relacionados del señor Faccin, ya el concepto es de empresa familiar.
      Y todo esto que conceptualizo con la ayuda de mi mejor amigo, el Diccionario, está ampliamente contextualizado en el libro, como ustedes van a ver al leerlo.

      SUCASA COMO VANGUARDIA DE RESPONSABILIDAD SOCIAL…Yo traté el tema en el libro como vanguardia de bienestar social, porque toda responsabilidad social deviene en bienestar social, como es lógico.  Colocar el conjunto de los sentimientos humanos entre lo propiamente empresarial y lo social, viendo las necesidades de una amplia comunidad que requiere ayuda, eso es más solidaridad que deber; calidad de servicio más que obligación, una moral asumida con responsabilidad y un profundo sentido de pertenencia.  SUCASA es una empresa de vanguardia en este sentido, tiene un dilatado historial de aciertos en lo que se refiere a la responsabilidad social, dentro y fuera de sus límites empresariales.  La responsabilidad social es una de sus máximas virtudes y de su amor por Valera y el Estado, a los que viene dando respuesta en sus exigencias y peticiones desde el punto de vista de la asistencia social integral.
       La responsabilidad en una acepción básica, es deuda, “es una obligación de reparar y satisfacer a sí mismo y a los otros”.  En SUCASA se entiende el concepto, de ahí el amplio inventario o listado si sólo citamos los nombres del historial de hechos de responsabilidad social que ha venido acumulando.  Han entendido sus propietarios y gerentes que les atañe socialmente ese cargo u obligación y lo vienen asumiendo podemos decir a diario, lo que les da también ese crédito y reconocimiento recibido desde la simple palabra de gracias hasta el grande testimonio institucional.
      Vuelvo a lo etimológico para en un breve juego de palabras decir que responsabilidad social, es responder, en este caso, responsabilidad lleva a responder.  Y la anécdota del sacerdote que en el responso pedía a los fieles que simplemente respondieran a lo que él decía.  Responso es eso, reclamaba, que me respondan…En SUCASA saben responder, tal lo vemos en la gruesa carpeta, no una, muchas que archivan los comprobantes de las respuestas dadas a la sociedad, como empresarios civilmente restitutivos, reparadores, indemnizadores directos, indirectos o subsidiarios respecto a las necesidades sociales locales y regionales.  La responsabilidad, en esta acepción, es sociabilidad.  SUCASA exhibe un profundo contenido de calidad social, por su inclinación a servir, por su disposición hacia el servicio, por ser un promotor, uno de los grandes promotores de la vida valerana de estos últimos años.
      Con vista en esto, pudiéramos decir, que “la responsabilidad social es promover y satisfacer las condiciones sociales que deben satisfacer en los seres humanos el desarrollo integral de su persona”.  La gente de SUCASA desde hace mucho tiempo, como demuestra el contenido de su Archivo, ha tenido un solidario canal de comunicación asistencial con organismos, instituciones y personas, a los que brinda sin reservas su generosidad de muchos modos distintos, siempre con la espontaneidad de sus propietarios, pues así lo determinaron el señor Roberto y su esposa Gabriella, a quienes se anexó luego la generosidad de sus hijos e hijas, conscientes por igual de que una empresa de servicio es una organización fría y calculada ciertamente, pero también llena de contenidos espirituales que la proyectan y hacen obtener el liderazgo y reconocimiento otorgado por la moral social.
      Como podemos ver por lo que voy a referir, SUCASA constituye una empresa propicia a la solidaridad, a las necesidades sociales, a dar respuestas positivas en beneficio de la comunidad, en salud pública, tradición y cultura, en lo religioso y educativo; onomásticos y celebraciones, jornadas de cedulación, cartas médicas, jornadas ambientales y calidad de vida, protección civil, entre otras realizaciones.
      En sus programas de Responsabilidad Social, SUCASA ofrece un amplio balance.  Solamente me voy a concretar a nombrar los títulos de esos programas: Bienestar Social Orientado hacia su entorno.  Bolsas Ecológicas (Oxi-Biodegradables) Jornadas de Vacunación.  Caminatas Ecológicas.  SUCASA y la Cruz Roja Unidos por nuestros hermanos de Haití.  SUCASA y la Alcaldía de Valera realizan murales ecológicos.  Carrito exclusivo para nuestros abuelos y futuras madres.  SUCASA da una mano a la Granja de la Misericordia.  SUCASA uniendo esfuerzos con ATRUSID (Asociación Trujillana de Síndrome de Down)  Dípticos Mensuales.  SUCASA aporta una mano amiga al sector El Amparo.
      Actividades de Bienestar Social orientadas al Cliente Interno: En sus 50 años, SUCASA repartió 50 premios a sus trabajadores.  Evento el Día del Niño.  Evento Corporativo “Compartiendo un día diferente”.  Convenio Laboral.  Convenio de los trabajadores SUCASA y Servicios Especiales de Previsión.  Cena Navideña SUCASA.  Programa de Formación “SUCASA ES MI CASA”.  Transporte para los trabajadores de último turno.
      Existe una praxis notable de la Empresa en lo que tiene que ver con el mejoramiento profesional y humano de sus trabajadores.
      La Empresa ve en la calificación de sus empleados un canal de servicio y responsabilidad social, al formar y fortalecer en ellos un conjunto de conocimientos en su especialidad y en su formación para la vida, en valores y actitudes hacia el cambio sociocultural y ético.
      El activismo hacia la solidaridad social, que es lo que podemos llamar Responsabilidad Social, se ha convertido en un imperativo natural para SUCASA, en un programa de todos los días, como una experiencia que su gente vive con una gran plenitud conciencial.

ALGUNAS REFLEXIONES…Se nos ha dicho que el desafío es derrotar la pobreza (cito a Bernardo Klisberg).  Se nos ha dicho que el siglo XXI debería ser el siglo en donde la humanidad que derrotó en siglos anteriores la esclavitud y generalizó los derechos humanos, dé la batalla contra las grandes desigualdades sociales.  Se nos ha dicho, que en el siglo XXI debería aparecer un modelo donde todas las personas puedan ser productivas y consumidoras.  Se nos ha dicho que a pesar de la crisis la humanidad tiene un potencial gigantesco, y una base científico-tecnológica formidable.  Se nos ha dicho que si los desafíos son enfrentados con perspectivas y políticas que atiendan esos graves problemas de desigualdad, con justicia social y equidad y con la sabiduría espiritual que es el bien más antiguo del género humano, el escenario sería entonces de mayor simetría entre los países y su interior, y en definitiva de mayor acceso a la felicidad.  Ciertamente, de allí, de esos contenidos y de otros concomitantes, podríamos generar un buen concepto de desarrollo sustentable que esto veo es la lucha programática que ustedes se han propuesto, al menos de eso escuchamos hablar institucional y particularmente dentro de la Universidad del Valle de Momboy, aquí en Valera.
      Al menos sé que aquí han venido o han sido traídas para estudio y consideración experiencias muy valiosas.  Y es porque hay conciencia de que “las experiencias urbanas de ciudades que han obrado de manera diferente son plausibles y dignas de imitar”.  Esas experiencias hay que saber trabajar o aprender a trabajar con ellas.  Algunas experiencias urbanas provechosas se han venido vendiendo por sus logros demostrados.  Pero, entre nosotros se sigue reacios al cambio o a los cambios, que por ser tan complejo y extenso el problema, pues así mismo es la imprevisión de las visiones necesarias que se necesitan para recomponer la salud social, de la misma manera efectiva como llega a algunas sociedades y las hace sobresalir para ponerse a la cabeza de los desarrollos.
      García Canclini, un autor mejicano que me gusta leer, propone, “hacer de la ciudad el objeto cultural por excelencia, como condición previa para que sus pobladores dejen de ser meros habitantes y se conviertan en ciudadanos”.  Y esta es la síntesis de todo desarrollo humano sustentable: lograr que todos seamos ciudadanos, no importa que por ahora siga siendo una utopía, pero las utopías son necesarias para que en una gran batalla científica e intelectual el pensamiento y la inteligencia las convierta en las grandes realizaciones de la civilización.
Un epílogo necesario:
Qué hermoso todo esto.  Yo veo en los integrantes de esta familia  Faccin Caon que recibe el homenaje esta tarde, una gran cosmovisión cristiana y una inmensa doctrina social.  Para cambiar al mundo, dice Francisco Brems, “es necesario que el orden haga al hombre”.  Roberto Faccin, en su vida integral, es un hombre modélico, que lleno de júbilo afirma sobre su obra total: “Hasta ahora las metas se han cumplido.  Eso lo sabe dios y lo sabemos nosotros”.  Y empleando una palabra acorde con este momento, les digo que el señor Roberto es un hombre producto del amor inteligente de Dios.

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